La Asamblea Municipal de Víctimas en Guatapé dejó un mensaje claro: la memoria y la dignidad siguen vivas. En un encuentro masivo, lleno de participación y esperanza, se presentó oficialmente el proyecto del Parque de la Vida, un espacio que será símbolo de recuerdo y resiliencia para quienes han sufrido los impactos del conflicto armado.
Durante el evento, el alcalde David Esteban Franco Vallejo destacó el compromiso de la administración local con este proceso:
“Hoy nos reunimos en un espacio de inmenso valor, donde reconocemos, escuchamos y reafirmamos nuestro compromiso con quienes han vivido de manera directa los impactos del conflicto armado. Nuestra misión es que cada acción de gobierno tenga en el centro la dignidad humana y la reparación integral”, expresó el mandatario.
En Guatapé, con una población de poco más de 9.000 habitantes, 2.522 personas están registradas como víctimas, lo que representa casi el 28% de la comunidad. Estas cifras no son solo números: son historias de vida, familias y recuerdos que hoy buscan justicia y reparación.
El sueño que empieza a hacerse realidad
El momento más emotivo de la jornada fue la entrega de los estudios y diseños del Parque de la Vida, ubicado en el sector de Los Patos. Este proyecto, que nació hace años como un anhelo de la Asociación de Víctimas Renacer con Amor, empieza ahora a tomar forma.
La representante de la Mesa de Víctimas, Patricia Martínez, lo expresó con emoción:
“Durante años alzamos la voz, tocamos puertas y resistimos frente a la indiferencia de varias administraciones. Ese día por fin ha llegado. El Parque de la Vida no solo es un espacio físico, es un símbolo de que el dolor puede transformarse en esperanza y de que los sueños colectivos, cuando se defienden con dignidad, se hacen realidad”.
Este parque será un espacio de encuentro y memoria, pensado no solo para recordar el pasado, sino también para educar a las nuevas generaciones y construir un futuro en paz.
Más allá de un parque: un compromiso con las víctimas
Además del anuncio del Parque de la Vida, se resaltaron otros avances importantes: la presencia mensual de un orientador en temas de militarización, la actualización de la información de las víctimas para facilitar el acceso a derechos, y la reactivación de la Asociación de Víctimas Renacer con Amor, que desde 2009 ha trabajado en este propósito.
La asamblea también sirvió para recordar hechos dolorosos de la historia reciente, como los 25 años de la muerte del profesor Orlando López Gil, víctima del conflicto en el municipio, y cuyo recuerdo se mantiene como parte de la memoria colectiva.
Un llamado a la participación
El mensaje fue claro: las víctimas no solo deben ser vistas como receptoras de apoyo, sino como sujetos de derecho que participan activamente en la construcción de memoria, verdad y reparación.
“Víctimas son todas las personas que tuvieron alguna incidencia del conflicto armado y hay que respetar si cada persona considera que fue víctima y se inscribió, pues sus razones tendrá”, se recalcó en la asamblea.
El Parque de la Vida es apenas el inicio de un camino que busca transformar el dolor en esperanza y el recuerdo en fuerza comunitaria.
Y ahora te preguntamos a ti:
¿Crees que espacios como el Parque de la Vida ayudan a sanar las heridas del conflicto y fortalecer la memoria colectiva en los territorios?
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