La comunidad de Guatapé sigue demostrando que el trabajo colectivo, cuando se hace con compromiso y amor por el territorio, puede transformar realidades. En este 2025, el programa PRISER (Programa de Intercambio de Servicios) sigue consolidándose como una estrategia ambiental y social que une a la comunidad, la Administración Municipal, Cornare y las Juntas de Acción Comunal.
Este modelo participativo no solo busca proteger el medio ambiente, sino también generar sentido de pertenencia, fortalecer el tejido social y mejorar la calidad de vida de los habitantes rurales. A través de actividades como siembra de árboles, construcción de trinchos, talleres educativos y obras hidráulicas, el programa ha impactado positivamente diversas veredas del municipio.

Veredas protagonistas de la transformación
Durante el primer semestre del 2025, el programa PRECER llegó a las veredas Los Naranjos, Quebrada Arriba, El Roble y La Peña. Marisol Jaramillo Duque, secretaria de Medio Ambiente y Desarrollo Rural, explicó que estas intervenciones surgen de diagnósticos construidos con la comunidad:
“Las problemáticas a tratar o solucionar son identificadas precisamente con la comunidad. Con ellos se levanta todo un diagnóstico previo a la formulación de estos proyectos”, afirmó.
En Los Naranjos se sembraron más de 120 árboles entre nativos y frutales, se construyeron cunetas de concreto, trinchos y se implementó un sistema de recolección de aguas lluvias. En Quebrada Arriba, además de los talleres ambientales, se ejecutó un proyecto piloto para el tratamiento de aguas residuales domésticas, mientras que en El Roble se trabajó en cercado ecológico y siembra. En La Peña, el enfoque fue el mejoramiento de un sendero ecológico y la conservación de un predio comunitario.
Además, ya se encuentran en fase de formulación cinco nuevos PRISER que beneficiarán a las veredas La Sonadora, La Piedra, El Rosario, Quebrada Arriba y al sector urbano.
Huertas agroforestales: cosechando salud y sostenibilidad
Otro proyecto clave que avanza este año es el de las Huertas Agroforestales de Seguridad Alimentaria, ejecutado en articulación con Maná y Cornare. Este busca fortalecer la nutrición en las familias rurales por medio de cultivos diversificados que también pueden convertirse en fuente de ingresos.
“Esta iniciativa busca mejorar la nutrición y el acceso a alimentos a las familias rurales a través de la producción agrícola diversificada”, explicó Jaramillo.
El proyecto ya cuenta con 43 beneficiarios, incluyendo cinco escuelas rurales y un centro urbano, y ha sido acompañado por la Secretaría con asistencia técnica, distribución de semillas, orientación sobre siembras escalonadas y uso seguro de productos agrícolas.

Censo de fauna doméstica: más que contar, es cuidar
La Secretaría también avanza en un censo de fauna doméstica, tanto en zona urbana como rural. Hasta la fecha, se han identificado 1.320 mascotas en el área urbana, con un 77% esterilizadas y un 78% con vacunación al día. Esta información permite diseñar acciones focalizadas y planificar jornadas de atención animal.
Además, en la zona rural, el censo incluye preguntas sobre saneamiento básico y acceso al agua, lo que aporta información clave para orientar programas ambientales integrales.
“Queremos saber cómo estamos en el tema de saneamiento básico en el sector rural. Les vamos a estar preguntando si tienen pozo séptico, si el agua es de acueducto, de lluvia o propia”, puntualizó la secretaria.
Jornadas de atención animal: bienestar para todos
Cada jueves, se desarrollan jornadas descentralizadas en diferentes veredas, donde se prestan servicios de desparasitación, vitaminización y vacunación antirrábica. Hasta la fecha se han atendido 500 animales, y ya está confirmada una nueva jornada para el sábado 9 de agosto, organizada con la UniRemington.
Ese día, en el Parque de Los Patos se atenderán Equinos (caballos) con podología, odontología y chequeos, mientras que en el Parque Principal se brindará atención a caninos y felinos sin necesidad de inscripción previa.
Una comunidad que construye futuro
Programas como PRISER, las huertas agroforestales, el censo de fauna y las jornadas de bienestar animal reflejan una visión integral del desarrollo rural. Desde la protección ambiental hasta la seguridad alimentaria, estos proyectos muestran que la participación comunitaria y la articulación institucional son la base de un Guatapé más sostenible, sano y unido.
“Este modelo demuestra que la colaboración institucional y la comunidad encarnan un camino viable para impulsar impactos ambientales duraderos y transformadores”.
