En Guatapé, el compromiso con la protección de los niños, niñas y adolescentes se hace evidente a través de diferentes estrategias lideradas por la Policía de Infancia y Adolescencia en articulación con instituciones educativas, autoridades locales y la comunidad en general.
Yuseli, integrante de la Policía de Infancia y Adolescencia, compartió en entrevista radial los avances y desafíos de este trabajo preventivo. Uno de los frentes más visibles ha sido el acompañamiento diario a los estudiantes del Instituto Educativo Nuestra Señora del Pilar, con presencia constante en entradas y salidas, buscando no solo garantizar su seguridad, sino también generar cercanía con la comunidad estudiantil.
“Venimos realizando actividades de prevención, vigilancia y control al ingreso de los estudiantes, con el fin de garantizar sus derechos y prevenir el consumo de sustancias psicoactivas”, expresó Yuseli, quien también destacó el agradecimiento de las familias por este acompañamiento.
Pero la labor va más allá de las instituciones educativas. En espacios públicos como el malecón y el parque principal, se vienen desarrollando campañas de prevención del delito de Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes (ESCNNA). Este esfuerzo involucra también a operadores turísticos, hoteles y servicios de hospedaje.
“Con la oficina de turismo damos recomendaciones a los hospedajes sobre la llegada de familias con menores. Verificamos documentación, permisos y en muchos casos los administradores nos llaman para acercarnos y acompañar el proceso”, indicó Yuseli.
Uno de los ejes importantes del trabajo comunitario ha sido la integración barrial. Actividades como jornadas de pintura con los niños y niñas se han realizado en sectores como Betania y próximamente se desarrollarán en La Esperanza.
Además, se está haciendo un fuerte llamado frente a la mendicidad infantil, un tema que si bien no es evidente en Guatapé, sí representa un riesgo en muchos lugares turísticos del país. Yuseli explicó que utilizar a menores para pedir dinero es un delito tipificado en el Código Penal Colombiano (Ley 599 de 2000, artículo 140 literal A) y puede acarrear penas de prisión entre 30 y 90 meses.
“Debemos tener claro que, si un adulto —sea padre, madre o acompañante— utiliza a un menor para pedir dinero, incurre en un delito. No se trata solo de un acto reprochable, sino de algo que está penalizado por la ley”, recalcó la funcionaria.
En caso de presenciar situaciones de este tipo, se invita a la comunidad a denunciar de forma inmediata ante la Policía Nacional, la Comisaría de Familia o a la línea 141 del ICBF.
Finalmente, Yuseli agradeció el compromiso de la comunidad guatapense:
“Guatapé cuenta con ciudadanos muy bien portados, que cuidan y respetan los derechos de nuestros niños. Espero seguir contando con ustedes para proteger lo más valioso que tenemos: nuestra niñez”.