En el mundo actual, marcado por el estrés, la inmediatez y muchas veces por la indiferencia, hablar de empatía y trato compasivo no es un lujo, es una necesidad. En una reciente entrevista en el Magazine Informativo de la Mañana, Mariana Torres, autoridad de género de la alcaldía local, nos compartió una reflexión profunda y valiosa sobre estos conceptos y su impacto en la vida cotidiana.

¿Qué es la empatía y por qué es tan importante?

La empatía va más allá de una simple palabra de consuelo. Según Mariana, “la empatía es una emoción, es tener la capacidad de identificar las emociones o pensamientos de los demás. Es ponerse en los zapatos del otro, pero no desde el decir, sino desde el escuchar, intuir, tolerar, e incluso, hacer silencio cuando se debe”.

Este valor humano, más que una cualidad, se convierte en una herramienta poderosa para transformar relaciones, evitar conflictos y promover la salud mental. De hecho, como lo resalta Mariana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la empatía como una de las estrategias más efectivas para prevenir afectaciones emocionales.

“Después del COVID, la intolerancia aumentó. La empatía es una forma de prevención y de cuidado. Llorar está bien, y muchas veces el mejor gesto de empatía es guardar silencio y abrazar desde ahí”, señaló la especialista.

Trato compasivo: actuar con sentido y corazón

Aunque a veces se confunden, la empatía y el trato compasivo no son lo mismo. Mientras la empatía nos permite comprender el dolor del otro, la compasión nos impulsa a actuar para aliviar ese dolor.

Mariana lo explica claramente: “El trato compasivo implica inteligencia emocional. Es identificar cómo estoy yo, para poder tratar al otro desde el respeto y la comprensión. Son términos distintos, pero se encuentran, se conectan. Cuando soy empático, puedo tratar mejor al otro”.

Este trato compasivo se convierte en un puente que permite no solo entender, sino también ayudar. Especialmente en comunidades como la nuestra, donde muchas veces la indiferencia o el miedo paralizan. “He visto cómo, ante casos de violencia hacia las mujeres, la comunidad muchas veces prefiere no intervenir. No porque no sienta, sino por temor a ser juzgada”, relata Mariana.

La empatía como habilidad social

Uno de los mensajes más contundentes que dejó esta conversación es que la empatía no es innata, se aprende, se enseña y se practica desde casa. Por eso es fundamental promoverla desde la infancia, en las escuelas y en los hogares.

“Comprender al otro implica entender sus dinámicas sociales. Debemos ser más solidarios, pensar antes de actuar y dejar de juzgar. Porque juzgar es lo que más daño nos está haciendo como sociedad”, enfatizó Mariana.

Además, resaltó que la empatía también mitiga la conducta suicida, que en Colombia presenta cifras preocupantes. Escuchar activamente, brindar apoyo y fomentar espacios de diálogo son pasos esenciales para cuidar la salud mental de todos.

¿Dónde buscar apoyo?

Finalmente, Mariana recordó que en el municipio existen espacios donde se brinda acompañamiento emocional. Desde la Dirección Local de Salud, con un equipo de psicólogas, hasta la Secretaría de Bienestar y Desarrollo Social, donde se atiende a mujeres víctimas de violencia, personas de la comunidad LGTBIQ+ y grupos étnicos.

“Si alguien está pasando por una crisis fuerte —hiperventilación, sudoración, ansiedad—, lo ideal es acudir directamente al hospital. Desde allí, nosotros podemos acompañar el proceso”, concluyó.


Recordemos: ser empáticos y compasivos no nos hace débiles, nos hace más humanos. Practiquemos la escucha, el respeto y la solidaridad. Porque todos estamos librando batallas internas y, a veces, una palabra amable, un gesto sincero o un abrazo en silencio, pueden marcar la diferencia.

Por Emisora