En Colombia, estar preparados para una emergencia no es solo tarea del gobierno o de los organismos de socorro: es responsabilidad de todos. Y una muestra clara de ese compromiso fue el reciente simulacro de evacuación por sismo que realizó la Cooperativa León XIII Limitada, en el municipio de Guatapé.
El ejercicio se llevó a cabo el pasado sábado, y su objetivo fue claro: poner a prueba la capacidad de reacción de los empleados ante una situación real de emergencia, sin previo aviso.
“La idea era hacerlo lo más real posible porque a ninguno de los compañeros, de los colaboradores, se les avisó de este simulacro”, explicó Jaime Salazar, director de riesgos de la cooperativa.
Simulacro sin previo aviso: una prueba de fuego
Este tipo de simulacros se realizan cada año en la cooperativa como parte de su compromiso con la seguridad y salud en el trabajo. En otras ocasiones han simulado incendios, pero este año el enfoque fue un sismo, una amenaza real en muchas zonas del país.
Durante el simulacro, se activaron las brigadas internas de primeros auxilios, y se contó con el acompañamiento de organismos como Bomberos, Policía y personal de tránsito. Además, se simularon situaciones específicas como personas atrapadas, lesiones por quemaduras en cocina y traumas en bodega, con el fin de evaluar todo el protocolo de atención.
“Los compañeros hicieron muy bien la evacuación, algunos se quedaron encerrados por alguna dificultad, pero también se pudo activar la brigada de primeros auxilios… Se pudieron atender, traer en camilla y llevarlos a la ambulancia para su traslado al hospital”, añadió Salazar.
Un esfuerzo que involucra a todos
Este tipo de ejercicios no solo fortalecen la preparación de los empleados. También generan conciencia en la comunidad vecina y permiten ver qué tan listos estamos todos para enfrentar lo inesperado.
“Los que estaban cerca fueron muy receptivos, muy pendientes de qué era lo que estaba sucediendo… También pusimos a una persona en la entrada para evitar el ingreso y así prevenir algún accidente”, comentó Salazar.
Este simulacro hace parte de una serie de ejercicios que se promueven en instituciones públicas y privadas del municipio, incluyendo simulacros de incendio y emergencias de salud pública. Todos ellos tienen un objetivo común: salvar vidas.
La preparación, un valor comunitario
En un municipio como Guatapé, donde la unión y el trabajo en equipo son valores que se viven en cada rincón, estas actividades no son un simple requisito legal: son una oportunidad para crecer como comunidad.
“Lo que queremos es que, ante una eventualidad de sismo que pueda ser a nivel del municipio, todas las organizaciones nos podamos colaborar, ayudar y que la situación no pase a mayores”, afirmó el director de riesgos.
Una comunidad más segura y resiliente
Los simulacros no solo enseñan qué hacer, sino que también ayudan a identificar puntos por mejorar, fortalecer la coordinación entre entidades y, sobre todo, a cultivar una cultura de prevención.
Desde la Cooperativa León XIII Limitada, el mensaje es claro: estar preparados puede marcar la diferencia entre el caos y una respuesta eficaz. Y cuando todos –instituciones, comunidad y organismos de socorro– se articulan, se construye un entorno más seguro para todos.