Cada 2 de mayo se conmemora el Día Mundial contra el Acoso Escolar, más conocido como bullying. Aunque es una palabra que solemos escuchar con frecuencia, sus consecuencias son profundas y, en muchos casos, devastadoras. Por eso, desde la Institución Educativa Nuestra Señora del Pilar en Guatapé, se están impulsando acciones concretas para combatir esta problemática.
En un reciente programa de radio local, la docente orientadora Gladys Osorio y la docente de apoyo Melisa Castro hablaron con franqueza sobre el bullying y cómo se está enfrentando desde las escuelas.
¿Qué es el bullying? ¿Cómo se diferencia de un simple conflicto?
Gladys lo explica con claridad:
«El bullying no es un conflicto entre dos personas. Es un comportamiento intencional de agresión, que se repite en el tiempo, y donde hay una relación de poder: uno quiere dañar al otro.«
Esto puede manifestarse de varias maneras:
- Físicamente: golpes, empujones, jalones de cabello.
- Verbalmente: burlas, apodos ofensivos, amenazas.
- Psicológicamente: aislamiento, exclusión, manipulación del grupo para dejar a alguien por fuera.
- Virtualmente (cyberbullying): a través de redes sociales, fotos, memes y mensajes que humillan o atacan.
Cifras que alarman
Las estadísticas compartidas durante el programa dan mucho en qué pensar:
- En Colombia, 2 de cada 10 estudiantes dicen ser víctimas de acoso escolar.
- De ese grupo, un 4% sufre acoso de forma constante.
- Entre 2018 y 2022, se registraron 139.892 intentos de suicidio en jóvenes en edad escolar.
- El 64% de esos casos fueron protagonizados por niñas.
Gladys subraya:
«Estas cifras no deben pasar desapercibidas. Estamos hablando de vidas afectadas, de jóvenes que están sufriendo en silencio.«
¿Cómo saber si tu hijo es víctima (o agresor)?
Los papás, mamás y cuidadores juegan un papel fundamental. La docente orientadora explica que algunos signos de alerta en las víctimas pueden ser:
- Cambios repentinos en el estado de ánimo.
- Pérdida de objetos escolares, cartucheras dañadas o útiles rotos.
- Moretones sin explicación.
- Falta de interés en asistir a clases.
- Problemas con el sueño, apetito o control de esfínteres.
También aclara que muchas veces el agresor también necesita ayuda:
«El bullying afecta tanto a quien lo sufre como a quien lo ejerce. Ambos necesitan orientación y acompañamiento.«
¿Qué se está haciendo en Guatapé?
La buena noticia es que en Guatapé sí se están tomando acciones. En la institución Nuestra Señora del Pilar, existe una ruta de atención al acoso escolar. Cualquier persona (estudiante, padre, docente o miembro de la comunidad) puede reportar un caso.
Gladys detalla cómo funciona esta ruta:
- Se recibe la queja y se verifica si se trata de un caso de bullying o un conflicto puntual.
- Se aplican encuestas anónimas entre los compañeros para entender mejor la situación.
- Se entrevista a la víctima y se convoca a los padres.
- Si se confirma el bullying, se cita a los agresores y a sus familias.
- Se establece un plan de reparación, no solo desde la sanción, sino también desde lo pedagógico y restaurativo.
«La idea no es castigar por castigar, sino que el agresor repare el daño. Puede ser pidiendo disculpas, devolviendo objetos dañados o incluso asumiendo los costos de terapias si la víctima lo necesita.«
¿Y qué pasa si las familias no colaboran?
Cuando las familias del agresor no entienden la gravedad del tema, el caso puede escalar a comisarías de familia o incluso a fiscalía, ya que el bullying está contemplado como delito en Colombia según la Ley 1620 de 2013.
«No es una bobada. Estamos hablando de vidas humanas, de salud mental y del futuro de nuestros jóvenes.«, enfatiza Gladys.
¿Cómo podemos ayudar como padres o cuidadores?
- Estar atentos a los cambios de comportamiento de nuestros hijos.
- Escuchar sin juzgar.
- Acercarse a los docentes o a los orientadores de la institución.
- Enseñar a nuestros hijos a respetar las diferencias y a ser empáticos.
En palabras del programa, “Podemos hablar” no es solo el nombre de una campaña del Ministerio de Salud. Es una invitación urgente: hablemos con nuestros hijos, estemos presentes, seamos su red de apoyo.
Guatapé: una comunidad que cuida
Aunque en la institución se han reportado algunos casos, también es cierto que Nuestra Señora del Pilar es reconocida por su buena convivencia.
«Muchos estudiantes de otros municipios eligen esta institución porque acá hay un ambiente más sano, más pacífico.«
Eso no significa que debamos bajar la guardia. Al contrario, como dice Gladys:
«Todos tenemos un rol: padres, docentes, estudiantes y comunidad. El bullying se combate con escucha, atención y acción.«
¿A quién acudir?
Si crees que tu hijo o hija puede estar siendo víctima o agresor, acércate a la institución. Las puertas están abiertas y hay profesionales dispuestos a ayudarte: la profesora Gladys Osorio y la docente de apoyo Melisa Castro son parte de ese equipo.
Recordemos: el bullying no es cosa de niños, es cosa seria. Y detenerlo es tarea de todos.